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Insolvencia empresarial y concurso exprés

Una persiana de un negocio cerrado

Si eres administrador de una pyme que se encuentra en situación de insolvencia, corres el riesgo de que las deudas de la empresa se deriven hacia tu persona. Estas deudas se acumulan a los avales que le has prestado.

La mejor forma de evitar estos riesgos es a través del concurso exprés, especialmente diseñado para pequeñas empresas y comercios, dado que el procedimiento es más rápido y económico que acogerse al concurso de acreedores y evita la derivación de las deudas al empresario.

En Volver a Empezar te ayudamos a cerrar tu empresa y a comenzar una nueva vida sin deudas. Y si los avales no te dejan continuar te ayudamos a salir adelante con la Ley de Segunda Oportunidad.

¿Qué es el concurso exprés?

El concurso exprés es una modalidad de concurso de acreedores pensada para aquellos casos en que la empresa, ahogada por sus deudas, ya no tiene bienes para ser liquidados, o teniéndolos, su valor de liquidación no es suficiente para cubrir los costes de un concurso de acreedores ordinario.

Para esos casos existe el llamado concurso exprés, en el que se declara el concurso de acreedores y se concluye inmediatamente. Esto supone una revisión de la demanda de concurso de acreedores por el Juzgado, y si se han cumplido los requisitos se procede al cierre del expediente judicial con la conclusión del concurso y sin tramitación del mismo.

En el concurso exprés se declara la extinción de la sociedad de forma inmediata sin liquidación de los bienes de la misma, puesto que ya no dispone de bienes.

¿Quién puede acogerse al concurso exprés?

Puede acogerse al concurso exprés cualquier empresario o pyme que se encuentre en una situación de insolvencia que le aboque al cierre y que carezca de bienes, o teniéndolos, su valor de liquidación sea residual.

¿Qué requisitos hay que cumplir para acogerse al concurso exprés?

Además de la situación de insolvencia, la empresa no debe tener activos a liquidar de valor suficiente para continuar la actividad. La insolvencia puede ser tanto la imposibilidad de atender de forma inmediata a sus obligaciones de pago, como la imposibilidad inminente.

En el concurso exprés la empresa siempre se liquida, por lo que no hay negociación de convenio.

¿Qué ventajas tiene el concurso exprés frente al concurso ordinario?

En el concurso exprés se declara el concurso de acreedores y se concluye el concurso de forma simultánea, por lo que no se alarga en el tiempo de forma innecesaria.

Otra ventaja es que no se nombra administrador concursal, puesto que no hay bienes que administrar, lo que redunda en una gran reducción del coste del procedimiento.

Dado que no hay administrador concursal, tampoco se abre la llamada pieza de calificación, en la que se puede declarar el concurso como fortuito o culpable. De ese modo, en el concurso exprés nunca se declara el concurso culpable y se evita la responsabilidad concursal del administrador de la empresa.

¿En qué situación queda el administrador tras el concurso exprés?

La Ley de Sociedades de Capital establece que si una empresa se encuentra en situación de insolvencia y no se declara el concurso de acreedores en el plazo de dos meses desde que dicha situación se produce, el administrador de la empresa pasará a responder solidariamente de las deudas de la sociedad provocadas por el agravamiento producido por su actitud irresponsable.

Tras la declaración del concurso exprés se evita que las deudas de la empresa se puedan derivar concursalmente al administrador, puesto que habrá cumplido con sus obligaciones legales y no se le derivarán responsabilidades en el concurso exprés.

¿En qué situación quedas tras el concurso exprés si tienes otorgados avales a tu empresa?

El concurso exprés no afecta a los avales otorgados, por lo que siempre se podrán reclamar al avalista. Para evitar hacer frente a los avales otorgados la opción que hay es acudir a la Ley de Segunda Oportunidad.

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